#MujeresIN portal sobre la discriminación de la mujer migrante
Las mujeres migrantes se enfrentan a una serie de barreras y dificultades para conseguir su inserción laboral en España. Una sociedad que progresa valora a sus profesionales sin distinciones. #MujeresIN: sin discriminación, sin etiquetas, sin prejuicios.
La sociedad española está formada por más de 47 millones de personas, un universo plural y diverso en el que convivimos seres humanos de diferentes géneros, orígenes, rasgos, capacidades o culturas. Del total, casi 24 millones de personas son mujeres (un 51 %). En España, la población de origen extranjero supone el 11 % del total, con prácticamente el mismo número de hombres y de mujeres.
Cuando hablamos de empleo, tanto de acceso como de promoción, se constata una clara desventaja en la situación de la mujer extranjera.
El género y el origen son variables decisivas en las situaciones de desigualdad de las mujeres de origen migrante, así como en sus condiciones de vulnerabilidad social, laboral y doméstica.
La realidad nos muestra que existe una importante brecha de género, que se puede observar muy especialmente en los índices de desempleo y en los salarios. Junto a la brecha de género actúa la diferencia según el origen, en función de si se trata de una persona nacida en España o de origen extranjero.
Las mujeres migrantes sufren más el desempleo y cobran salarios más bajos.
as mujeres migrantes experimentan a menudo un sensible descenso en su estatus social con respecto al que tenían en su país de origen, al ocupar puestos muy por debajo de sus capacidades y cualificación profesional.
Las estadísticas muestran que hasta un 22 % de las mujeres de origen extranjero que tienen estudios universitarios trabajan en el sector de las llamadas ‘ocupaciones elementales’. En contraste, únicamente el 2 % de las mujeres españolas con estudios universitarios ocupan este tipo de trabajos. Esta realidad lleva aparejada con frecuencia una gran sensación de frustración.
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