Prácticas, una experiencia en Ágora

Hoy os pedimos permiso para escribir esta carta porque sin él, no podríamos decir nada.
Permiso para explicar cómo han sido estos tres meses.
Permiso para reconocer la gran labor que hacéis.
Permiso para demostrar cómo cada una de vosotras se ha llevado un trocito de nosotra.  Nosotras creíamos que únicamente haríamos prácticas en una empresa, que solo sería una experiencia más, que se acabaría como empezó, que nos llevaríamos recuerdos sí, pero no como los que hasta hoy nos habéis dado.
Pepi, Mª Nieves, Mª José, habéis hecho que Ágora sea nuestra segunda casa, que podamos hablar de nuestro día, de nuestra familia, de nuestros problemas, nos habéis enseñado a escuchar como valor principal. En cuatro palabras: Os echaremos de menos.
Pepi echaremos de menos tus “Buenos días, bueno qué?.”, tus frases “lo principal es que las personas te entiendan, si no se enteran, de que te sirve”, tus ejemplos, tus experiencias, tu trayecto, tu preocupación e implicación por saber que no nos quedara duda de lo que preguntábamos, en general Pepi echaremos de menos esa forma tan tuya de ser y de nadie más.
Mª Nieves, eres energía, un torbellino, no puedes estar en más cosas, a ti te agradecemos el estar aquí hoy, el conocernos en el curso protege-t y tener claro desde ese instante que a “Ágora íbamos si o si”. Mª José, tu tranquilidad, tu paz, tu forma de entender a las demás personas y hacer que los problemas sean menos cuando les escuchas, en general, haces su vida más bonita, y la nuestra
también.
Nos habéis enseñado, guiado y mostrado la realidad que tenemos cuando salgamos de aquí.
Esto no será un adiós, porque este mundo en el que vosotras 27 años y nosotras solo un par, nos volverá a unir, con muchas ganas, con muchos recuerdos y con el sentimiento de que nosotras siempre perteneceremos a Ágora.

Carmen Pinto Jiménez y Celia Morales Montiel